● La Unión Europea es un mercado de 400 millones de personas y uno de los principales destinos de exportación de nuestro cacao y café.
● Se presentó un informe que plantea el trabajo articulado entre los sectores público, privado y sociedad civil, con un enfoque en la sostenibilidad de ambas cadenas y sus productores, como una de las principales acciones para alinearse a esta nueva norma.
Este jueves 12 de octubre, se llevó a cabo el evento “De la Amazonía a Europa: Analizando el Impacto del Reglamento Europeo de la no deforestación en los sectores del Café y Cacao”, en la residencia del Embajador de los Países Bajos en Lima. Este espacio tuvo como objetivo evaluar las acciones a seguir para garantizar la conservación de los bosques al mismo tiempo que se logra la continuidad de las exportaciones de café y cacao peruanas al mercado europeo en el contexto del nuevo Reglamento de Deforestación de la Unión Europea (EUDR por sus siglas en inglés).
De acuerdo con el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI), el café es el primer producto agrícola peruano de exportación y el Perú es el séptimo país exportador de café a nivel mundial. De la misma forma, el cacao hoy en día se viene posicionando en mercados internacionales como un producto de calidad y alto valor, además de tener un alto impacto social y económico en miles de familias productoras. El valor de las exportaciones a la Unión Europea de ambas cadenas sumó en el 2022 más de US$730 millones. Este panorama puede continuar creciendo y prosperando si el Perú puede adaptarse al nuevo reglamento europeo que entrará en vigor después de diciembre de 2024.
Según el Parlamento de la Unión Europea, esta nueva regulación tiene como objetivo abordar el cambio climático y la pérdida de bosques y biodiversidad. Para lograrlo, se requiere que las empresas aseguren que sus productos no hayan causado deforestación o degradación forestal después del 31 de diciembre de 2020, emitiendo una declaración de "diligencia debida".
“Esta regulación se debe a tres principales razones: la primera es el gran rol de la UE en la deforestación, pues se calcula que el 40 % de la deforestación es generada por la producción agropecuaria destinada a Europa; la segunda es que las certificaciones voluntarias no han sido suficientes para reducir la deforestación; y la tercera es que las empresas que están haciendo las cosas bien, están teniendo desventajas frente a aquellas que no hacen nada”, explica Gert van der Bijl, asesor en Políticas Públicas de la Unión Europea, para Solidaridad.
En este contexto, se ha desarrollado el Estudio de Impactos de la EUDR en las cadenas de café y cacao con el respaldo de Solidaridad y la Alianza Empresarial por la Amazonía, una plataforma liderada por USAID, el Gobierno de Canadá, y Conservación Internacional, bajo el marco del Acuerdo Cacao, Bosques y Diversidad (una iniciativa de la Coalición por una Producción Sostenible).
El estudio, presentado en el evento, dimensiona el impacto económico y social que tendría la regulación en dichos sectores e identifica los principales desafíos que enfrentarán los productores para poder alinearse a la norma y mantenerse en el importante mercado europeo. Estos desafíos son la obtención de información a nivel de finca, trazabilidad y monitoreo, la producción legal, de acuerdo con la legislación nacional del uso de la tierra, entre otros.
“Los sectores no están preparados para mantener las exportaciones a la Unión Europea, principalmente por falta de atención inicial de aquellos aspectos que requieren un trabajo coordinado del Estado, y con todos los actores”, señala Angélica Fort, gerente de Acuerdos Sectoriales para la Producción Sostenible para Solidaridad. “Un trabajo coordinado, no solo podría hacernos cumplir con la norma, sino incrementar nuestras exportaciones en los años siguientes. Requerimos una transformación sectorial hacia la competitividad y sostenibilidad, ya que el sector ha estado desarticulado por mucho tiempo.”
Diversos expertos presentes en el evento coinciden en que, para lograr esta transformación sectorial y la sostenibilidad a largo plazo, es necesario incrementar la rentabilidad y la productividad en el campo. Para ello, Fort menciona la importancia de un buen sistema de comunicación que informe sobre los costos de producción, promueva la formalidad, y facilite el acceso a tecnología y servicios para los productores.
El estudio también señala la importancia de trabajar articuladamente con el Estado y su responsabilidad para garantizar la seguridad jurídica en el corto plazo. Esta sinergia incluye la recopilación de datos y el monitoreo de la no deforestación, ambos requisitos indispensables para asegurar el cumplimiento de la norma.
Frente a estos desafíos, el gobierno peruano ha estado logrando avances notables, como la georreferenciación y empadronamiento agrario. "Tenemos la ubicación referencial de cerca del 80 % de los productores de cacao, café y palma en el Padrón de Productores Agrarios, aunque la mayoría de las parcelas aún no cuentan con una georreferenciación precisa", comenta Javier Martínez, director de la Dirección de Estudios Económicos del MIDAGRI.
Los representantes de diversos sectores presentes en el evento resaltaron la importancia de acercar el diálogo y la comunicación entre empresas, consumidores y productores, en miras a sectores más sostenibles. De esta manera, concluyeron, la regulación europea se podría presentar como una gran oportunidad.