Nota del editor: Yadira Díaz, Coordinadora de Gobernanza de Conservación Internacional, estuvo involucrada en el proceso de elaboración de la primera directiva a nivel nacional para el aprovechamiento de los recursos forestales no maderables en la región de San Martín1. Conversamos con ella sobre el proceso y las oportunidades que brindará a las comunidades nativas de San Martín.

Un producto forestal no maderable (PFNM) consiste en un producto diferente a la madera, que nos proveen los bosques y que con un adecuado manejo pueden ser aprovechados, sin poner en riesgo los recursos. Estos productos, son una importante fuente de oportunidad por su diversidad de usos y propiedades, como por ejemplo el uso de semillas para la bio-joyería, raíces, cortezas, frutos para usos medicinales, colorantes, infusiones u otro. Actualmente en las comunidades, se han organizado grupos de mujeres indígenas que vienen esforzándose para poner en valor estos recursos, con el objetivo de contribuir a su economía familiar y comunal.

FOTO: conservacion iNTERNACIONAL PERU

El miércoles 9 de diciembre se publicó la “Directiva para el Otorgamiento de Permisos y Autorizaciones de Productos Forestales Diferentes a la Madera en Áreas de; Comunidades Nativas, Predios Privados, y de Dominio Público". Esta directiva es de especial importancia porque es la primera iniciativa a nivel regional que establece un marco normativo para otorgar permisos y autorizaciones a usuarios del bosque que quieran comercializar productos forestales no maderables.

¿Qué significa la aprobación de esta directiva?

Esta directiva permitirá que se regule el proceso para que productores y comunidades que gestionan los bosques cuenten con las herramientas para garantizar el aprovechamiento de los PFNM de manera sostenible, contando con las autorizaciones y permisos que otorga la autoridad regional forestal.

¿Por qué es importante?

Brindará la oportunidad a las comunidades indígenas y a otros usuarios de la región a formalizar sus productos, garantizando la trazabilidad y el aprovechamiento sostenible de los recursos. De esta manera, podemos garantizar la promoción de nuevas cadenas de valor de productos que durante mucho tiempo no han sido priorizados, permitiendo que los usuarios del bosque puedan acceder a mercados responsables dispuestos a comprar sus productos a un precio justo.

La normativa promociona y garantiza actividades amigables con el bosque y al mismo tiempo genera oportunidades de desarrollo que permiten a los diversos usuarios a mejorar sus condiciones de vida.

¿Quienes se benefician?

Principalmente son los usuarios del bosque, como comunidades nativas o campesinas, predios privados y de dominio público. Por ejemplo, una persona u asoción que cuente con un título habilitante y que dentro de esta propiedad exista un potencial de aprovechar PFNM. Todos ellos pueden aplicar a este marco normativo.

FOTO: RENATO GHILARDI

¿Cómo se inició el proceso?

Desde Conservación Internacional, hemos venido trabajando para darle valor a los PFNM. Un ejemplo es el trabajo con las mujeres de la comunidad awajún de Shampuyacu a través de la elaboración de infusiones a base de plantas tradicionales. Durante el proceso de transformación y articulación comercial a otros mercados, nos dimos cuenta que se requerían cumplir con ciertos requisitos de formalización, como el registro de vivero de plantas medicinales, y posteriormente solicitar los permisos de aprovechamiento que permitan garantizar la trazabilidad de los recursos, identificamos ese vacío normativo sobre estos procesos.

Al investigar e involucrarme más en el proceso me sentí frustrada al ver el gran potencial de los recursos del bosque y darme cuenta de que las políticas públicas no estaban orientadas a promocionar este tipo de actividades económicas. Es así como recurrimos al Gobierno Regional para demostrar la importancia de los PFNM y la necesidad de contar con este marco normativo que garantiza su aprovechamiento de forma ordenada y sostenible.

Así inició este proceso, que ha sido un trabajo conjunto con diversos actores, liderado por el Gobierno Regional de San Martín a través de la Autoridad Regional Ambiental. Por otro lado, desde el sector privado, nuestro socio Takiwasi aportó con su experiencia en las diversas investigaciones de los usos y propiedades de diversas especies, su trabajo con comunidades y su conocimiento de mercados que demandan estos productos. Desde Conservación Internacional, impulsamos la iniciativa y cumplimos un rol articulador y de soporte técnico acompañando todo el proceso.

En ese sentido, cabe resaltar que los grandes protagonistas han sido las comunidades, quienes tuvieron un rol importante en la generación de información e insumos durante el proceso. Es por ello que se ha logrado que sus conocimientos tradicionales como sus experiencias locales puedan escalar a una política pública como lo es esta directiva.

foto: marlon del aguila

Luego de este proceso, ¿Cómo te sientes con la publicación de la directiva?

Ver que las comunidades van a poner en vitrina sus productos, accediendo a precios justos y que a través de este proceso mejorarán sus condiciones de vida es mi mayor satisfacción.

Ha sido un proceso de poco más de un año y medio de trabajo. Desde CI Perú hemos querido garantizar que sea un proceso participativo y que los requerimientos sean fáciles de entender para los usuarios del bosque y puedan completar los formatos para formalizar estas actividades económicas sin tener el acompañamiento de un especialista técnico.

Además, es la primera experiencia a nivel nacional.

Así es, esto lo descubrimos en el camino. Esta experiencia en la región de San Martín marca un precedente e hito importante, ya que es una figura que puso mucho énfasis a las comunidades nativas. Estoy segura que aportará a que otras regiones también puedan generar sus propios instrumentos teniendo como referente este marco normativo. Si bien es cierto que el marco normativo puede sonar complejo, es una oportunidad para promover la formalización de actividades económicas sostenibles con los bosques y garantizar que estos productos puedan llegar a nuevos mercados. La formalización de las actividades productivas es esencial para garantizar madurez en el proceso productivo y lograr predictibilidad en las inversiones.

¿Cuáles son los siguientes pasos?

Dar a conocer estas directivas en diferentes plataformas y trabajar con los usuarios para que puedan orientarse y familiarizarse en el paso a paso del proceso. Conservación Internacional Perú estará presente en todo ese proceso.

También, esperamos generar una plataforma regional para impulsar los PFNM de manera articulada; así como existe la mesa técnica del cacao o del café, tener una mesa técnica de bio-comercio de productos forestales no maderables que sea activa en la búsqueda de financiamiento y en el fortalecimiento de capacidades de los productores. Espero que el Estado pueda también garantizar recursos y otros beneficios que se brindan a otras actividades económicas, en vista de que los PFNM tienen gran potencial y son de suma importancia para los productos y el desarrollo local.

FOTO PORTADA: Marlon del Águila