Coescrita por más de 100 economistas y científicos, entre los que se encuentran el miembro del consejo directivo de Conservación Internacional y el renombrado ecologista Thomas Lovejoy, el informe exploró los impactos de las áreas protegidas y los parques nacionales en una variedad de sectores, incluyendo la agricultura, la pesca y la conservación de la naturaleza.
Luego de culminar un completísimo análisis económicos, los autores descubrieron que la protección de alrededor de un tercio de la tierra y el mar podría proporcionar una producción económica de entre 64.000 y 454.000 millones de dólares al año al 2030. Además, descubrieron que la protección de los bosques y manglares podría evitar pérdidas económicas por el cambio climático de hasta 534.000 millones de dólares anuales al 2050.
"Hay un gran retorno financiero si protegemos el 30 por ciento de la naturaleza terrestre y marina", dijo Loveyjoy. "La protección de la gallina produce, en efecto, huevos de oro".
Los autores determinaron que el aumento de la protección de la naturaleza también podría ayudar a frenar el cambio climático, reducir la contaminación y disminuir la inseguridad del agua en las zonas rurales.
Sin embargo, actualmente sólo el 15 por ciento de la tierra y el 7 por ciento del mar del mundo están protegidos, y estas zonas se han reducido desde que comenzó la pandemia de COVID-19: Según investigaciones recientes, las zonas protegidas se han debilitado en casi todos los continentes en los últimos meses para permitir el desarrollo o la minería.
Para obtener los mayores beneficios económicos posibles de la naturaleza, los países deben invertir al menos 140.000 millones de dólares anuales hasta 2030 en el fortalecimiento y la expansión de las zonas protegidas, que actualmente sólo reciben 24.000 millones de dólares anuales de financiación, según el informe.
"Este nuevo informe proporciona exactamente el tipo de datos que nosotros y otros países necesitamos. Nos da una idea concreta de cuánto costaría proteger al menos el 30 por ciento de la tierra y los océanos del planeta y, lo que es más importante, nos dice que los beneficios de esta protección superan con creces los costos", dijo Carlos Manuel Rodríguez, Ministro de Medio Ambiente y Energía de Costa Rica y Director General del Fondo para el Medio Ambiente Mundial. "Ahora que sabemos lo que se necesita, todos los países deben aumentar sus compromisos financieros y trabajar con empresas y filantropías para aumentar la inversión en la protección de la naturaleza".
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