Del 2 al 13 de diciembre, líderes mundiales, científicos del clima y activistas ambientales se reunirán en la mayor conferencia anual sobre el cambio climático del mundo -conocida como COP25- en Madrid.

¿De qué trata esta reunión? ¿Qué van a hacer durante estas dos semanas? ¿Qué significa todo esto? Y, ¿cómo explicárselo a alguien que no está al tanto de las noticias climáticas?

Con un poco de ayuda de algunos expertos en clima, Conservación Internacional desglosa cinco cosas que necesitas saber para explicar las charlas sobre el clima a cualquier persona.


Es la reunión más importante a nivel global sobre cambio climático

Cada año, representantes de casi 200 países se reúnen en la COP, que es la Conferencia de las Partes en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

Su objetivo: lograr que los gobiernos de los países hagan cambios en sus políticas y se comprometan a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, y evitar que el cambio climático se convierta en una catástrofe climática.

"Esta conferencia sentará las bases para la acción climática en 2020", dice Shyla Raghav, vicepresidenta de Cambio Climático de Conservación Internacional. Ofrece una plataforma donde los gobiernos y otros sectores pueden colaborar en nuevas estrategias para disminuir las emisiones globales y abordar los impactos del cambio climático que países de todo el mundo ya están enfrentando."

Hay mucho en juego, y los recientes acontecimientos han hecho que el público (y los políticos) presten más atención.

Este año han ocurrido incendios forestales sin precedentes, graves inundaciones e intensas sequías que se han visto agravadas, al menos en parte, por el cambio climático, lo que ha llevado a más de 11 000 científicos a declarar en noviembre una "emergencia climática". Además, una serie de informes científicos publicados a lo largo del año coinciden en las desastrosas consecuencias que tendrá el cambio climático si la humanidad no toma medidas drásticas e inmediatas: ciudades sumergidas debido al aumento del nivel del mar, disminución de la producción de alimentos, olas de calor que azotan las principales ciudades del mundo.

"Con los expertos de acuerdo en que a la humanidad le queda alrededor de una década para evitar los peores escenarios, las conversaciones sobre el clima de este año son críticas para traducir el conocimiento y la urgencia en acciones y políticas", subraya Raghav.


2020 es el año crítico para la acción climática

Empecemos en el 2015, año en el que se negoció el Acuerdo de París y 197 países se comprometieron a mantener el aumento promedio de la temperatura mundial muy por debajo de los 2°C. Si las temperaturas medias mundiales aumentan más de 1.5°C, los expertos sostienen que estaremos en problemas. Se espera que los países que han firmado el acuerdo contribuyan a este objetivo prometiendo reducciones de emisiones que entrarán en vigor en 2020.

La cuestión es que necesitamos recortes mucho más profundos para llegar a donde necesitamos estar para el 2020 y, tal como están las cosas, estamos en camino a los 3°C o más de calentamiento.

"La ciencia es clara: las emisiones deben alcanzar su punto máximo en 2020 para evitar los impactos más graves de la degradación del clima", explica Raghav. "En la COP de este año, necesitamos ver más que compromisos. Los países necesitan poner en práctica acciones significativas detrás de sus palabras a través de mejores políticas climáticas, reducciones de emisiones más agresivas, apoyo a las comunidades vulnerables y financiamiento para la conservación".


Para alcanzar estos objetivos, los países deben proteger la naturaleza

Una cosa es fijarse metas más grandes. Otra es alcanzarlas. La naturaleza puede ayudar.

Restaurar los bosques y detener la deforestación podría proporcionar el 30% o más de las reducciones de emisiones necesarias para que los países alcancen sus objetivos. Además, la protección de la naturaleza conlleva otros beneficios, como el suministro de agua dulce, la protección de la vida silvestre y el control de la contaminación.

Sin embargo, a pesar de ser uno de los enfoques más eficaces en función de los costos - y en general el más eficaz - sobre degradación del clima, la naturaleza recibe sólo el 3% de todos los fondos invertidos en la lucha contra el cambio climático. Se necesita una inversión masiva y rápida.

"Los pequeños pasos hacia la sostenibilidad no nos van a salvar", señala Maggie Comstock, experta en políticas climáticas de Conservación Internacional. "Es hora de hacer cambios fundamentales en la política climática que apoyan el financiamiento de la naturaleza."


Puede que escuches hablar de algo llamado Artículo 6. Esto es lo que es

En la COP del año pasado, los representantes de los gobiernos casi terminan el "libro de reglas" del Acuerdo de París, un conjunto de directrices para ayudar a los países a alcanzar sus objetivos climáticos. Este año, los países decidirán sobre el último capítulo de este libro: la implementación de un mercado internacional de carbono.

Similar a la compra de un producto en la tienda, un mercado internacional de carbono -conocido como Artículo 6 del Acuerdo de París- permitiría a los países "comprar" reducciones de emisiones de otros países o sectores que ya han hecho un superávit de reducciones de sus propias emisiones de carbono.

"La clave del Artículo 6 es que necesita permitir la transferencia de las reducciones de emisiones a todos los sectores, incluyendo la naturaleza. Este mercado de carbono podría ayudar a los países a alcanzar sus objetivos más rápidamente, al tiempo que impulsa la acción y el financiamiento a los lugares que más lo necesitan", anota.

Los mercados de carbono ya están ayudando a algunos gobiernos a alcanzar sus objetivos climáticos, entre ellos California, la quinta economía más grande del mundo. En América del Sur, el impuesto y el mercado de carbono de Colombia ya han generado más de US$250 millones, lo que está ayudando a pagar el apoyo a las áreas protegidas del país, la restauración de los bosques y la lucha contra la erosión costera.

En la COP25, Conservación Internacional trabajará directamente con gobiernos y socios para asegurar que el Artículo 6 ayude a los países a alcanzar sus metas de reducción de emisiones.

Foto: TROND LARSEN


El retiro de Estados Unidos del Acuerdo de París es un gran problema, pero no tiene por qué ser así

Como habrás escuchado, la administración de Trump está sacando a Estados Unidos - el mayor contaminador de carbono per cápita del mundo- del Acuerdo de París. Esto suena mal para resolver la crisis climática, pero no todo está perdido.

Más de 3.800 empresas estadounidenses ya se han comprometido a seguir reduciendo las emisiones a pesar de la decisión de la administración de Trump. Los estados y ciudades de Estados Unidos están realizando esfuerzos similares.

Pero la retirada de los EE.UU. apunta a una cuestión más importante. Incluso si todos los países alcanzaran sus objetivos de reducción de emisiones para 2050, no bastaría con limitar el calentamiento global por debajo de 1.5°C. En otras palabras, si los gobiernos nacionales se atienen a sus actuales planes climáticos, no será suficiente.

"Debemos ampliar la conversación en la COP de una manera más inclusiva para los actores no estatales", dice Raghav. "Si bien la acción gubernamental es importante, el tipo de cambio sistémico que se necesita requiere la participación activa de las empresas, las comunidades, los inversionistas y la sociedad civil para planificar un curso de acción para detener el colapso climático."

Las empresas, en particular, podrían ser aliados influyentes. "Dado su poder para ayudar a dar forma a las políticas públicas, las empresas son fundamentales para acelerar la acción climática. Sus compromisos y su presencia en las negociaciones sobre el clima pueden dar a los gobiernos la confianza necesaria para asumir compromisos más ambiciosos", detalla.

El retiro de Estados Unidos del Acuerdo de París no entrará en vigor hasta noviembre de 2020. Una nueva administración podría fácilmente cambiar de rumbo y volver a entrar en el Acuerdo de París, resalta Raghav, con la capacidad de prometer recortes de emisiones más ambiciosos y ayudar a que el país vuelva a estar en camino hacia sus objetivos y liderazgo en materia de clima.


(Foto portada: Michele Zadi)